Terapia craneosacral. Origen, aplicaciones y tratamiento

Origen

Vamos a ver cuál fue el origen de esta terapia, las principales aplicaciones de la Terapia craneosacral y sus tratamientos. También abordaremos los peligros que puede tener, que ya adelantamos, es bastante inocua.

Still

En 1874 el Dr. Andrew Taylor Still determinó «Donde hay movimiento hay vida». Esta frase tan cautivadora fue expresada por el padre de la Osteopatía. Still descubrió que los huesos tenían algo que decir respecto al estado de salud de una persona.

El Dr. Still fue maestro de William Garner Sutherland, quien a su vez fundó la Biodinámica Craneosacral.

Sutherland

Sutherland era osteópata en EEUU y durante el cambio de siglo, descubrió que los huesos del cráneo no estaban fusionados, sino que se movían. Estaba mirando los huesos temporales cuando, de golpe, le vino un pensamiento: “biselados como las agallas de un pez para la respiración primaria”. Sus enseñanzas fueron recogidas por otros osteópatas, destacando entre ellos el Dr. Rollin Beker y el Dr. James Jelous.

Según el concepto de Sutherland, el aliento de vida primero impregna al líquido cefalorraquídeo. El líquido lo expresa como una pulsación que va desde el cráneo hasta el sacro y viceversa.

Fue en los 70 que el Dr. John Upledger descubrió los efectos de la fluctuación longitudinal. Registró el nombre Terapia Craneosacral. Otros colegas le siguieron, es el caso de  Franklyn Sills. Sills aplicó el concepto craneosacral en su nueva disciplina de la polaridad. Franklin Sills, desde Inglaterra, es el responsable de la formación de profesores por todo el mundo: Michael Kern, Paul Vik, Robert Harris, María Harris, etc.

Sutherland decidió que el término respiración primaria era el apropiado. La respiración primaria se produce antes que la respiración pulmonar (por tanto “secundaria”). Estudios posteriores confirman esto, al demostrar que la muerte ocurre no cuando se detiene la respiración, sino cuando esta pulsación, llamada “el impulso de respiración primaria”, se detiene.

Sutherland siguió desarrollando conceptos y enfocando tratamientos que formaron la base de la terapia craneosacral de hoy en día. La intención primordial de este trabajo es la liberación de restricciones, resistencias y bloqueos en cualquier lugar del cuerpo, para dejar que el aliento de la vida se exprese libremente, sin obstáculos.

Aplicaciones

La Terapia Craneosacral se utiliza para tratar una amplia variedad de trastornos y dolencias, incluyendo migrañas, dolor de cabeza, dolor de cuello y espalda, trastornos de la articulación temporomandibular (ATM), problemas de sueño, fatiga crónica, trastornos emocionales y trastornos del sistema nervioso central, entre otros.

El Instituto de Biodinámica Craneosacral Integrativa, IBCI, tiene publicados diversos casos clínicos donde se aplicó esta terapia con éxito.

La Terapia Craneosacral es muy segura, aún así, tiene limitaciones. Por ejemplo su uso no está indicado en los tres primeros meses de embarazo, tampoco en determinadas situaciones de intervenciones quirúrgicas. Lo más seguro es consultar con su terapeuta su situación.

Esta técnica se enfoca en restaurar la capacidad del cuerpo para autorregularse y autocurarse. Al trabajar con el sistema nervioso central, la terapia craneosacral puede ayudar a liberar tensiones y bloqueos en el cuerpo, mejorando la circulación y el flujo de líquidos corporales, y reduciendo el estrés y la ansiedad.

Tratamiento

Durante una sesión de Terapia Craneosacral, el terapeuta utiliza un toque suave y no invasivo para sentir y evaluar el impulso rítmico del líquido cefalorraquídeo en el cuerpo del paciente. El objetivo es liberar cualquier tensión o bloqueo en el sistema nervioso central y promover la autorregulación del cuerpo.

La terapia craneosacral es una técnica no invasiva que no causa dolor. La mayoría de las personas experimentan una sensación de relajación profunda y liberación de la tensión después de una sesión. La duración de una sesión de Terapia Craneosacral varía, pero generalmente dura entre 45 minutos y una hora.

En resumen, la Terapia Craneosacral es una técnica terapéutica suave y no invasiva que trabaja con el sistema nervioso central para ayudar a liberar tensiones y bloqueos en el cuerpo y promover la autorregulación del cuerpo. Esta técnica se ha utilizado para tratar una amplia variedad de trastornos y dolencias y puede proporcionar alivio a aquellos que buscan un enfoque más holístico y natural para la atención médica.

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